Administración y Gestión Educativa
Administración y Gestión Educativa
Educar como se ha dicho siempre en el ámbito
popular es un arte, hay quienes consideran el proceso enseñanza aprendizaje,
como una ciencia ya todos los que en él están inmersos, como responsables de
que este se lleve a cabo satisfactoriamente. Como ciencia que es, la educación
y sus actores (estudiantes, docentes, institución, otros) necesitan de un
proceso que los ayude a cumplir sus objetivos. La Administración Educativa, es
definida por Ugalde (1979) como, “proceso que, en su relación, comporta varias
acciones, encadenadas, como un conjunto coherente y ejecutadas para obtener del
sistema educativo el máximo rendimiento posible”.
Es decir la administración educativa
constituye, fundamentalmente, las actividades, los medios, los actores, entre
otros, involucrados en la educación que buscan principalmente la excelencia de
dicha ciencia. La Administración Educativa favorece el dinamismo y la
eficiencia, procura utilizar al máximo los recursos con los que cuenta,
coordina a quienes en ella se encuentran, en busca de un objetivo común. Por
tanto la Administración Educativa es un proceso, y como tal sigue pasos o fases
claramente definidas: planificación, organización, dirección, coordinación,
ejecución, control y evaluación.
En cuanto a la Gestión, Barrios Ríos
(2007) la define como el proceso mediante el cual el directivo o equipo
directivo determinan las acciones a seguir (planificación), según los objetivos
institucionales, necesidades detectadas, cambios deseados, nuevas acciones
solicitadas, implementación de cambios demandados o necesarios, y la forma como
se realizarán estas acciones (estrategias, acción) y los resultados que se
lograrán. La gestión trata de la acción humana, por ello, la definición que se
dé de la gestión está siempre sustentada en una teoría explícita o implícita de
la acción humana.
Hay distintas maneras de concebir la
gestión según sea el objeto del cual se ocupa y los procesos involucrados. En
este marco, según sea el énfasis en del objeto o proceso contemplado, se
obtienen definiciones las que, por una parte, ponen de relieve el hecho de que
la gestión tiene que ver con los componentes de una organización en cuanto a
sus arreglos institucionales, la articulación de recursos, los objetivos.
Por otra parte, se obtienen otras
definiciones cuyo énfasis está centrado en la interacción entre personas. Una
visión de la gestión focalizada en la movilización de recursos. En esta
perspectiva, la gestión es "una capacidad de generar una relación adecuada
entre la estructura, la estrategia, los sistemas, el estilo, las capacidades,
la gente, y los objetivos superiores de la organización considerada".
Casassus (2000), o dicho de otra manera, la gestión es la capacidad de
articular los recursos de que se disponen de manera de lograr lo que se desea.
Una visión que evoca la supervivencia de una organización desde sus procesos,
sugiere concebir la gestión como la generación y manutención de recursos y
procesos en una organización para que ocurra lo que se ha decidido que ocurra.
La gestión educativa es, en este
contexto, el conjunto de acciones realizadas por los actores escolares en
relación con la tarea fundamental que le ha sido asignada a la escuela: generar
las condiciones, ambientes y procesos necesarios para que los alumnos aprendan
conforme a los fines, objetivos y propósitos de la educación básica. Escudero
Escorza (1997) En otros términos, la gestión escolar ha sido objeto de diversas
conceptualizaciones que buscan reconocerla complejidad y multiplicidad de
asuntos que la constituyen.
Así, desde una perspectiva amplia del conjunto de procesos y fenómenos
que suceden al interior de la escuela, para Tapia García (2003) se entiende por
gestión educativa, el ámbito de la cultura organizacional de la escuela,
conformada por directivos, el equipo docente, las normas, las instancias de
decisión escolar y los actores y factores que están relacionados con la forma
peculiar de hacer las cosas en la escuela, el entendimiento de sus objetivos e
identidad como colectivo, la manera como se logra estructurar el ambiente de
aprendizaje y los nexos con la comunidad donde se ubica la escuela.
La Gestión Educativa como Proceso
La gestión como proceso proporciona un instrumento al gestor que le
ayuda a estudiar la organización y estructura institucional, le permite
orientar las funciones de planificación, dirección, coordinación y control en
el funcionamiento de un programa e institución, según Solís Torres (2006) las
principales funciones de la gestión educativa como proceso son:
·
Planificación: Previsión de situaciones dentro de una
perspectiva espacio temporal caracterizada por plazos cortos, medianos, largo.
·
Organización: Se determina el trabajo que deben
realizarlos individuos, así como los medios que se requieren para lograr los
objetivos propuestos.
·
Dirección:
Hacer funcionar una institución como un todo hacia el logro de objetivos. El
administrador hace uso de autoridad, delegación de funciones y responsabilidad
·
Coordinación: Establecer y mantener la armonía entre las
actividades. Implica una acción preventiva y otra correctiva (reuniones de
personal).
·
Ejecución: Puesta en práctica de lo planificado dentro de plazos
establecidos y en función de los objetivos propuestos.
·
Control: Se confirma (supervisión) si lo que sucedió era lo que
se había planeado. Si no es así se hacen los ajustes necesarios, también se ven
aquellos puntos sobresalientes, para tomarlos en cuanta una próxima vez.
Metas y Políticas Educativas
La noción sistémica de la educación
establece una relación de entrada, proceso, producto. La política educativa en
ese sentido aparece vinculada o expresada implícitamente en la planificación de
la educación, en las cuales se establece la preeminencia del tratamiento
normativo, situacional, estrategia y voluntad vista al abordar el hecho
educativo. De ahí que suelen usarse diseños y metodologías de análisis de
políticas públicas.
La política educativa expresada así, como
un proceso permite visualizar las diferentes relaciones de interdependencia
entre los diferentes sectores que conforman el sistema educativo y la sociedad
como un todo. De manera que la puesta en práctica de la política permite, a través
de sus diversos indicadores observar las posibles relaciones de causa y efecto,
los problemas que puedan llamar la atención de la sociedad, y poder así cambiar
en la propia dinámica del desarrollo de la política, su propia naturaleza e
incidir en sus resultados o producto, o en definitiva presentar nuevas
alternativas. Esta interpretación puede enfocar áreas problemáticas, tales como
la deserción escolar, la educación y la estructura ocupacional, costos de la
educación o calidad de la educación.
La política educativa como proceso indica
la necesidad de establecer objetivos en el proceso propiamente dicho, y la
importancia de la naturaleza y precisión de tales objetivos. Dicha política
debe expresar una intención de dos sectores sociales involucrados, un plan
debidamente autorizado por el Estado, en las cuales se establecen las metas a
corto, mediano y largo plazo, y los posibles escenarios en las cuales deben
accionar los agentes socio políticos y económicos del momento. Programas para
alcanzar las metas, toma de decisión y opciones alternas y por último los
efectos cuantitativos y cualitativos en términos de desarrollo.
En este sentido, es importante resaltar
que las reformas educativas que se están implementando en Venezuela se inclinan
entre la universalización del conocimiento, la identidad cultural y la búsqueda
de una mayor equidad social. Igualmente, en los sistemas educativos se ha
incorporado la educación en valores en los currículum y se manifiesta el
interés por su fortalecimiento en los planes de estudio mediante el
establecimiento de educación para la convivencia, la paz y la ciudadanía,
interculturalidad, educación sexual y para la salud, educación ambiental, para
el uso del tiempo libre y la educación para la equidad del género.
En este sentido, se persiste en que los
contenidos, proyectos o temas educativos de la valoración de los derechos
humanos fortalezcan la convivencia, la paz y la ciudadanía, la igualdad de
oportunidades entre las personas, el desarrollo pleno y satisfactorio de la
sexualidad, la promoción de valores morales, éticos y cívicos, la solidaridad
con los otros, la protección y conservación del medio ambiente, y el uso
creativo del tiempo libre. Además, la transformación de las escuelas en
espacios de participación activa y cuya responsabilidad recae en los padres,
alumnos, maestros y miembros de la comunidad, al dotarla de mayores niveles de
autonomía e instancias de concertación, potencia la democracia y la formación
ciudadana, porque crea las condiciones que permiten propiciar y promover la
participación y la responsabilidad de los diversos actores en el proceso de
educación y socialización de las nuevas generaciones.
Cabe destacar, que es el Ministerio del
Poder Popular para la Educación, como ente rector y orientador de las políticas
educativas que se dan en el estado venezolano, y es este ente quien se las
presenta a todos los integrantes del Sistema Educativo, de todos los niveles y
modalidades, dichas políticas son generadas a largo, mediano y corto plazo, y
son las directrices por las cuales cada uno de los integrantes se guiaran para
llevar a cabo las metas u objetivos que se desean cumplir y establecer en la
Sociedad Venezolana.
Con la finalidad de continuar, fortalecer
y profundizar en las políticas educativas fundamentales para el proceso de
refundación de la República, dichos procesos están enmarcados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica de
Educación y la Ley del Plan de la Patria 2013-2019. Entre las políticas
educativas que se pueden mencionar están las siguientes:
·
Diez
Banderas de Lucha
·
Orientaciones
Pedagógicas
·
Circuitos
Educativos
·
Cayapa
Escolar
·
Proceso de
Inclusión Escolar
·
Sistema de
Gestión Escolar
·
Sistema
Nacional de Investigación y Formación
·
Micromisión
Simón Rodríguez
·
Canaima
Educativa
·
Colección
Bicentenario
·
Encuentros
Pedagógicos
·
Consejo
Educativo
·
Misiones
Educativas
·
MBF, OBE,
PAE, MFB, CLAP, Grupos Estables, otros.
Administración
del Currículo (Planeación e Implementación de Programas)
La programación curricular es el acto de
anticipar, organizar y decidir cursos variados y flexibles de acción que
propicien determinados aprendizajes en los estudiantes, teniendo en cuenta sus
aptitudes, sus contextos y sus diferencias, la naturaleza de los aprendizajes
fundamentales y sus competencias y capacidades a lograr, así como las múltiples
exigencias y posibilidades que propone la pedagogía, estrategias didácticas y
enfoques en cada caso. El buen dominio por parte del docente de estos tres
aspectos estudiantes, aprendizajes y pedagogía es esencial para que su
conjugación dé como resultado una planificación pertinente, bien sustentada y
cuyas probabilidades de ser efectiva en el aula resulten bastante altas.
Según el Diseño curricular de Educación
Superior de formación inicial docente (2010: 37) señala que, "La
programación curricular es la preparación anticipada de una serie de acciones
que realizarán docentes y estudiantes, que incluye el conocimiento del
contexto, las demandas de la sociedad actual para el logro de las
competencias". Por tanto, la programación curricular no puede estar
supeditada a la intuición ni a la arbitrariedad de acciones. Lo esencial es el
desarrollo de capacidades, actitudes y contenidos educativos.
Es importante destacar que, dicho
documento se consigna todo aquello que
haga posible un adecuado desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje y
como consecuencia de ello se logre los objetivos o competencias educativas
deseadas.
Por tanto, la programación curricular es el
trabajo de organización que realiza el o los docentes con el fin de componer en
un todo sistemático, y con vistas a impartir una acción formativa, todos los
elementos de que dispone en función de la consecución de los objetivos de aprendizaje.
La programación es una parte o aspecto del diseño del currículo cuya
responsabilidad recae de modo directo en el profesorado de un departamento y
que es consecuencia y viene limitada por una cadena de decisiones curriculares
previas adoptadas en otros ámbitos o subsistemas de decisión curricular.
Entonces, la programación curricular es un
proceso de previsión, selección y organización de las capacidades,
conocimientos y actitudes, acompañadas de indicadores de logro, estrategias
metodológicas y otros elementos que buscan garantizar un trabajo sistemático en
el aula para generar experiencias de aprendizaje y enseñanza pertinentes. Es
una tarea particular que realiza cada docente, tomando en cuenta las
características del grupo de estudiantes que tiene a su cargo, así como los
escenarios socioculturales y psicolingüísticos.
En base a lo anterior, hay que tener en
cuenta que para el desarrollo de una programación curricular es imprescindible
una planificación, la cual se entiende por esta, como la determinación de una
trayectoria concreta de acción que se habrá de seguir, a través de la cual se
fijan principios orientadores y se establecen las secuencias de operaciones
necesarias para alcanzar lo esperado, con ella se precisan los tiempos, costos
y financiamientos necesarios. De esta manera, la planificación se relaciona con
conceptos como eficiencia y eficacia, coordinación, precisión y control, para
cada una de las fases que la conforman en un determinado escenario social.
Para Fernández (2001:2), la planificación
es un sistema abierto que surge con el propósito de marcar la hoja de ruta de
la propia institución en un periodo de medio y largo plazo, en un contexto
donde conviene adelantarse en el tiempo, asumiendo una actitud proactiva que
favorecerá hacer frente a la fuerte competitividad que caracteriza a la
sociedad actual. En este sentido, la planificación educativa es concebida como
un método revestido de lo político y lo ideológico, que expresa y hace viable
esas políticas en un contexto social determinado en el cual influye y por el cual
es influida.
El conjunto de variables y elementos
económicos, sociales, culturales, tecnológicos de ese contexto social
determinan y condicionan el proceso educativo de una sociedad, de igual modo
condicionan la planificación educativa. Por lo tanto la planificación de la
educación se constituye en un proceso social que, con sus propios contenidos
métodos y técnicas forma parte de una meta más amplia: el desarrollo social,
educativo, económico y cultural de las comunidades.
La planificación como herramienta
educativa es un proceso de toma de decisiones, para alcanzar un futuro deseado,
teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos
(ser), que pueden influir en el logro de los objetivos, para la transformación
de la realidad educativa y social.
Esta realidad como el “ser”, pasa a ser
atendido mediante programas y proyectos conformados por acciones y operaciones
orientados a la producción de determinado bien, o a la prestación de servicios
educativos específicos. Son esos bienes y servicios los que van generando los
cambios y solucionando los problemas educativos específicos de la población,
donde actúan estos programas y proyectos para la búsqueda del “deber ser”
educativo realizado de forma organizada.
Cuando se planifica un programa educativo
se estudia el abanico de posibilidades que pueden orientar la instrucción,
entonces, si planificar es proyectar el futuro, actuar sobre un contexto y una
población determinada, esta población debe estar involucrada en el proceso de
formulación y evaluación de esos proyectos educativos. De este modo, se
favorece la democratización de la información y se destaca la relevancia del
conocimiento, de las condiciones objetivas y subjetivas donde tendrá lugar la
intervención, lo cual permitirá expandir, democratizar y mejorar los servicios
y los procesos educativos.
Hoy más que nunca la planificación
educativa debe estar fundamentada en una racionalidad tecno política, para el
abordaje del fenómeno o hecho educativo desde una perspectiva holística, que
reconozca la existencia e influencia de variables significativas para la
educación. Con la planificación educativa se establecen las prioridades y
promueven formas de participación mediante estrategias multidimensionales en lo
técnico operativo, para un abordaje más amplio de la realidad, usualmente
compleja y heterogénea.
Administración de Recursos Humanos,
Materiales y Financieros en las Organizaciones Educativas
Las personas son valoradas por sus
conocimientos, sus aportes intelectuales y talento en la consecución de las
metas de las organizaciones. De allí que, no se considera válido utilizar el
término recurso humano para referirse a sus miembros, pues se está catalogando
a la persona como un instrumento, sin tomar en consideración que es el
componente principal, con habilidades y características de toda una
organización. Nombrar a las personas en términos de recursos significa
despojarlas de su condición humana como fin en sí mismas y convertirlas en
medios al servicio de los objetivos de la organización.
Para implicar a las personas en la
organización, no basta con movilizar sus recursos intelectuales, físicos o de
interrelación, esperando incrementos de productividad, lo que se requiere es
comprometer a las personas como sujetos de su personalidad en relación con el
trabajo y la organización. En tal sentido, la gestión del talento humano para
el fortalecimiento del trabajo corporativo apunta a configurarse como el
proceso administrativo de inserción del componente humano, en función de las
competencias individuales de cada persona, para la consecución de los objetivos
organizacionales, respetando las etapas de planificación, ejecución y control,
bajo los principios de identidad, cultura y filosofía colectiva. En este punto,
las organizaciones educativas no están separadas de esta categorización, al
contrario, se encuentran determinadas por ella.
Cada Institución Educativa es un mundo
diferente con su propia cultura, misión y objetivos. Cada una emprende un
camino que desde afuera puede parecer similar,
pero que se diferencia, por el sello que le imprimen las personas que
desde su interior la construyen día a día. Gestionar los recursos humanos en la
escuela es lograr que muchos factores, desde la infraestructura, el estilo de
liderazgo, las comunicaciones, las relaciones interpersonales, la estructura
nacionalizan, los procesos evaluativos, la capacitación, el desarrollo del
trayecto de carrera y todo el ciclo de la gestión de personas, coincida para
que los profesores desarrollen identidad con la escuela, encuentren sentido en
su trabajo, se sientan motivados para lograr que todos sus alumnos aprendan,
sientan satisfacción personal con sus logros profesionales y también reciban el
reconocimiento.
Así mismo, manejar recursos humanos,
materiales y financieros que juegan un papel fundamental en el éxito o fracaso
de dicha organización, cada una posee las experiencias, mucha de estas el uso
de los recursos humanos, financieros y materiales son escatimados debido al
abuso de autoridad donde los directivos de dichas instituciones utilizan los
recursos para fines personales y no organizacionales, donde no existe un manejo eficiente de los recursos en pro de la
eficiencia de la institución.
Cabe resaltar, que los recursos humanos,
materiales y financieros juegan un papel muy importante dentro del contexto
educativo, por cuanto fungen como medidores o indicadores para la dirección
escolar, estos elementos constituyen uno de los grandes aportes administrativos
que permiten tener una visión del
trabajo que se pretende lograr siempre que vaya en mejoras de los aportes para
la comunidad, involucrando a los estudiantes, docentes, directivos, padres de
familia, representantes de la comunidad y autoridades escolares, que ayuden a
evaluar con claridad y objetividad la situación de una institución.
Hoy en día las organizaciones educativas,
se han visto globalizadas en los principios humanos y tecnológicos imprescindibles para que los recursos humanos, materiales y
financieros sean utilizados con un alto
grado de eficiencia y armonía, es por ello,
que las organizaciones educativas, asume la responsabilidad de la
política de la dirección y desarrollo de los recursos, apoyado en una cultura,
una estrategia, que permita obtener y desarrollar la eficiencia y eficacia de
las estructuras educativas y poder
lograr, desarrollar, evaluar y conservar una fuerza laboral efectiva que
contribuya al mejoramiento continuo del desempeño y las aportaciones del
personal a la organización, en el marco de una actividad ética y socialmente
responsable, sin embargo, la realidad educativa vivenciadas en los centros
educativos se han visto opacadas, debido a la falta de compromiso del personal
con el sistema educativo de calidad, por
cuanto la administración de recursos humanos, materiales, financieros en las
organizaciones educativas han sido aplicadas a través de un disfraz de incumplimientos que no han
permitido mejorar la aplicabilidad educativa, ya que sus actores están
desligados del ambiente escolar, estimulando la deficiencia del sistema
educativo.
Cabe destacar, que el buen funcionamiento
de una organización educativa depende de su gente, de su forma de pensar, de sentir
y de actuar, ya que el éxito depende más de la eficaz administrativa de los
recursos humanos, ya que, los componentes de su estructura, de los recursos
financieros y materiales son sólo
elementos físicos e intereses que requieren ser administrados con inteligencia
por quienes forman las organizaciones,
es decir, el ser humano son el único factor dinámico de las organizaciones
puesto que en ellas tienen la inteligencia que le permite alcanzar el éxito
profesional y liderar organizaciones hacia la excelencia y competitividad
educativa, la cual permitirá crear un
clima de compromiso para el buen desarrollo y funcionamiento de la calidad
educativa
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